La prosperidad es primero que todo una actitud mental
El resultado de tus días futuros, a partir de ahora mismo, depende del tipo de pensamientos que predomine en tu mente. Lo que tú imagines que puedes ser, eso serás. Si imaginas que algo no lo puedes lograr, difícilmente lo alcanzarás. Si permites que haya temores y dudas, es muy poco probable que tengas éxito.
El dinero no trae la prosperidad, es la prosperidad la que trae el dinero. Y la prosperidad es, en primer lugar, un estado mental.
En cuanto tu subconsciente acepta cualquier idea, de inmediato trata de llevarla cabo. Utiliza todos sus recursos (que son mucho mayores de lo que se suele suponer) para ese fin. Utiliza todo conocimiento que hayas acumulado, la mayor parte del cual se ha olvidado por completo, para conseguir su propósito. Moviliza los numerosos poderes mentales que posees, la mayoría de los cuales uno nunca empleas conscientemente. Aprovecha la energía ilimitada de la mente. Alinea todas las leyes de la naturaleza a medida que éstas operan tanto dentro como fuera de ti para obtener lo que persigues.
A veces se consigue inmediatamente un objetivo. A veces toma un poco más de tiempo; otras veces, mucho tiempo, dependiendo de las dificultades que haya que superar. Pero si el objetivo no es completamente imposible, el subconsciente lo logrará, una vez que acepte la idea.
Los pensamientos afectan de manera coherente tus emociones y tus acciones. Pensamientos destructivos, pesimistas y depresivos causan emociones perturbadoras. Llevan a la inacción y favorecen el cometer errores. Por el contrario, pensamientos constructivos, optimistas y estimulantes conducen a la motivación. Impulsan a la acción volitiva, a la perseverancia y, por lo tanto, al triunfo final.
El resultado de tus días futuros, a partir de ahora mismo, depende del tipo de pensamientos que predomine en tu mente. Lo que tú imagines que puedes ser, eso serás. Si imaginas que algo no lo puedes lograr, difícilmente lo alcanzarás. Si permites que haya temores y dudas, es muy poco probable que tengas éxito.
Miles de personas han cambiado espectacularmente sus vidas imaginando su futuro como si ya fuera una realidad. Tú puedes hacerlo. Llena tu mente de imágenes de lo que quieres ser. Alimenta tu mente con pensamientos optimistas y constructivos y te irá mejor.
La prosperidad es un tema específico de estudio, como cualquier otro. Si tú deseas aprender a conducir un automóvil y tomas un curso para ello, estudias, te informas y practicas. Esto es lo mismo. La prosperidad no llega sola ni porque leas sobre ella. La prosperidad se estudia y se practica. Te puedes especializar en ser próspero. El estudio de la prosperidad trata factores tan diferentes e identificables como cualquier otro tema.
Ahora es fácil tener los pensamientos y conductas necesarios para tener prosperidad y riqueza. Ya no se necesita largos entrenamientos ni largas capacitaciones. Programa tu mente con todas las conductas necesarias, con toda la motivación, perseverancia y actitudes que se requieren.
Algunas de las ideas que quedarán para siempre en tu mente profunda y que te guiarán automáticamente a la acción:
• Defines tus metas y objetivos con claridad.
• Aprendes todo lo necesario para relacionarte con mucha gente en todo lugar.
• Te visualizas como una persona exitosa y próspera.
• Tienes una actitud mental positiva cada vez más permanente. Sientes alegría interior, optimismo y confianza en tus capacidades.
• Disfrutas de la vida.
• Aprendes de los errores del pasado y aumentas tu sabiduría.
• Tienes confianza y optimismo, te sientes lleno de alegría y entusiasmo.
• Tienes derecho al éxito y la felicidad.
• Los problemas son oportunidades de ser creativo e intentar nuevas alternativas.
¡Y muchas ideas más!