Mente

Estamos hechos para olvidar

Recordamos lo verdaderamente importante, lo que es capaz de emocionarnos, porque activa en nosotros las regiones cerebrales y las hormonas que ayudarán a guardar ese recuerdo. Un sabio mecanismo al que podemos ayudar si escuchamos a la neurociencia.

Las ochenta mil millones de neuronas del cerebro y las múltiples conexiones que se establecen entre ellas le confieren una capacidad de memoria mucho mayor de la que ejercemos, ya que, si lo hiciésemos, podríamos tener problemas para pensar y razonar con normalidad, sin interferencias. Incluso cuando somos jóvenes y estamos sanos, es mucho más lo que olvidamos que lo que recordamos, aunque no podamos apreciarlo.

Es así porque el cerebro posee mecanismos que actúan como un freno para impedir que la memoria se cargue de información irrelevante. Estos mecanismos se basan en proteínas –enzimas fosfatasas– que dificultan la formación o el fortalecimiento de las conexiones neuronales que constituyen el soporte físico de la memoria. Pero, incluso con este freno, son muchas las cosas que recordamos. ¿Cómo es posible, entonces?

Lo que nos emociona no se olvida, y no importa que sean alegrías o disgustos.

El cerebro retiene esas situaciones porque la emoción que las acompaña activa las regiones implicadas en la formación de las memorias, como el hipocampo y la corteza cerebral. Además, la liberación de hormonas como la adrenalina contribuye a reforzar la memoria de las situaciones emocionales. Y como lo que nos emociona son las cosas importantes, las emociones sirven para que solo lo importante se registre en la memoria.

Cuando se quiere olvidar algo es necesario modificar la emoción asociada. Se logra de manera rápida y eficiente con PNL o con hipnosis.

Disfruta tu deporte a tal punto que el tiempo vuele

Puedes potenciar la efectividad de las técnicas de reprogramación mental basadas en hipnosis o Programación Neurolingüística.

Lo ideal es que al practicar tu deporte alcances con facilidad y rapidez el “Estado de Flow”.

El Estado de Flow (o Estado de Fluidez) ocurre cuando estamos tan inmersos en una actividad que parece que el que el tiempo vuela y disfrutamos del placer de cada segundo que pasa. Si alguna vez has experimentado el Estado de Flow, habrás notado que estás tan concentrado o concentrada en aquello que estás haciendo, que te olvidas de lo que ocurre a tu alrededor y no deseas que ese instante acabe.

Al practicar con mi grabación “Activando el Poder Mental para Súper Rendimiento en Deportes” puedes potenciar las siguientes características cognitivas que encierran al estado de Flow:

  • Claridad de meta.
  • Feedback inmediato de lo óptimo y eficaz que se está realizando la acción.
  • Atención focalizada en la tarea.
  • Balance entre las oportunidades de acción (desafío) y la capacidad de actuar (habilidad).
  • Exclusión de los contenidos irrelevantes de la consciencia.
  • Fusión acción-atención o automatismo.
  • Sentido de control sobre la actividad.
  • Distorsión en el sentido del tiempo.
  • Sentimiento de que la actividad es intrínsecamente gratificante.

¿Qué es y qué ocurre durante las crisis de pánico?

Las crisis de pánico afectan al 1,5-3,5 % de la población general, son más frecuentes en mujeres y suelen comenzar en la adolescencia, aunque a veces debutan en personas de mayor edad.

Se manifiestan como episodios bruscos e inesperados, sin causa aparente, de miedo intenso a perder el control, o a que algo horrible va a suceder o incluso miedo a morir, acompañados de síntomas como: dificultad para respirar, dolor en el pecho, palpitaciones, sudación, temblores, sensación de mareo e inestabilidad, hormigueo, náuseas y malestar abdominal.

Por lo general, las crisis duran entre 10 minutos y media hora.  En casi todos los casos las personas que sufren un episodio sufrirán algunos más, ocasionando una gran limitación en el desarrollo de las actividades diarias debido a la ansiedad que causan y al miedo a padecer nuevos episodios y a sus implicaciones.

Otros temores

Muchas personas que lo padecen, presentan además múltiples y variados temores centrados fundamentalmente alrededor de tres aspectos: miedo a abandonar el hogar, miedo a quedarse solo o miedo a encontrarse lejos del hogar en situaciones en las que se sientan atrapados, molestos o indefensos, lo que se denomina AGORAFOBIA.  Estas situaciones se evitan por miedo a que aparezca una crisis de angustia, lo que lleva a estas personas a limitar cada vez más sus actividades.  

Su importancia

Los trastornos de pánico constituyen una enfermedad real e importante, que puede afectar seriamente a la vida de la persona que lo padece y que, aunque puede mejorar ocasionalmente, no suele desaparecer a menos que se reciba un tratamiento adecuado.

Hay un apoyo mediante la reprogramación mental para enfrentar estas situaciones. En primer lugar escuchar las sesiones ayuda a prevenir que situaciones de inseguridad se vayan transformando en crisis de ansiedad. Y en segundo lugar, son excelentes para combinarlas con cualquier tratamiento que se esté siguiendo. Esto acelera la recuperación, permitiendo recuperar más rápidamente la vida normal y, desde luego, ahorrar mucho dinero.

Auto Programación Profunda para reducir la Ansiedad

Estado Alfa

El Estado Alfa es una condición que se conoce desde hace algún tiempo. Para ser más exacto desde el año 1924, cuando el Dr. Hans Berger descubre las ondas cerebrales alfa. Sin embargo, solo hace pocas décadas se han investigado sus favorables efectos para la educación.

Últimamente el Estado Alfa se ha transformado en una floreciente promesa de lograr estados y desarrollos distintos y más completos. Se han generado una serie de investigaciones en relación a ello y éstas han producidos nuevas y novedosas líneas de investigación.

Es conveniente entregar una breve información sobre el estado Alfa y para ello recordamos  un poco sobre las ondas cerebrales.

Cuando nos relajamos las ondas cerebrales disminuyen la velocidad hasta una frecuencia menor que llamamos Alfa. Así como las ondas Beta se hallan asociadas con estar en actividad, el estado Alfa se experimenta como sentimientos de bienestar, en particular, de no estar sometido a presión. Si disminuimos la velocidad aun más que en Alfa (debajo de 7Hz) entramos en la onda de longitud Theta, el estado semidormido o de sueño. Cuando estamos en un sueño profundo y sin actividad onírica nuestras ondas cerebrales han disminuido la velocidad hasta 0,5 y 4 Hz, que es la amplitud Delta.

Alfa es el estado de conciencia más agradable. De hecho, ha sido vinculado al estar despierto, aunque en un cuerpo dormido. En otras palabras, una combinación de mente serena, despejada, libre de tensión, y un cuerpo que está totalmente relajado. Es este estado Alfa el que es facilitado por la meditación y que a veces se menciona como el espacio meditativo. Y es en este espacio Alfa que la tensión baja de intensidad, la energía del cuerpo se repone y experimentamos una sensación de individualidad y de bienestar, de estar absolutamente bien con el mundo.

El estado alfa se produce cuando aumentan significativamente las ondas cerebrales con la frecuencia de 7,5 a 14 ciclos por segundo. Cuando «funcionamos» en dicho estado, nos situamos entre la frontera de lo consciente y lo inconsciente. Es la puerta entre ambos estados de conciencia y esto hace al «estado alfa» por tanto un estado muy especial ¿por qué? Porque nos permite, por un lado, seguir teniendo una actividad consciente de nuestro pensamiento y cuerpo, es decir, nos damos cuenta de lo que pensamos y sucede a nuestro alrededor. Y por otro lado, al estar el «ascensor» de la conciencia en los «pisos bajos» de la mente, nos permite acceder a la información y estados propios del subconsciente, pudiendo aprovechar todo el caudal de información que reside en lo subconsciente. 

Dicho estado es un «estar a gusto» en paz y felicidad interior, en relajación profunda. Aumenta mucho la capacidad de sugestión y autosugestión, esto es, cualquier cosa que nos sugieran en alfa, será más fácilmente admitida y con menos «filtros» por parte de nuestra racionalidad consciente. 

Una persona entrenada puede hacer predominar las ondas alfa. Por ejemplo, dos profesores del Círculo Aleph se prestaron para demostrarlo. Bajo la supervisión de la Televisión Nacional desarrollaron dos experiencias independientes ante periodistas y médicos especialistas. Bajo control encefalográfico, lograron a voluntad emitir ondas alfa, incluso con los ojos abiertos y pese a la abundante perturbación en los recintos donde se llevaron a cabo. Lo realizaron siguiendo estrictamente las pautas enseñadas por Sergio Valdivia, CEO del Instituto Internacional Círculo Aleph.

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